Solo tú y yo sabemos
porque mi boca miente
relatando la intriga
de un fugaz amorío;
y tu apenas me escuchas
y yo no te sonrio. Y aun nos
arde en los labios, algun beso reciente.
Solo tú y yo sabemos
que existe una simiente
germinando en la sombra
de este surco vacio
porque su flor profunda
no se ve, ni se siente.
Y así dos orillas
tu corazón y el mío
pues, aunque las separa la de un río
por debajo del río
se unen secretamente.
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